Junto a las viñas se encuentra una moderna bodega, restaurada en el año 2009, que elabora unos vinos de primera calidad y que se comercializan
por toda la península y en varios estados de la Europa comunitaria.
Hojas verdes, racimos apretados, tierra arcillosa, rostros curtidos, manos callosas y un silencio sagrado acompañan la vendimia de los monjes
que elaboran un vino único lleno de sugerencias misteriosas.